No es necesario ser millonario o gastar una fortuna para disfrutar de la belleza del Valle de Colchagua; sólo se necesita motivación y una bicicleta.

El Valle de Colchagua es la tierra de los vinos y las tradiciones del campo chileno. Un hermoso valle que se destaca por sus hermosos viñedos, hoteles y espectaculares paisajes. Es aquí donde se producen muchos de los internacionalmente reconocidos vinos chilenos. Se producen en los viñedos de bodegas como Lapostolle, MontGras y Montes, entre otras.
 
Este increíble destino tradicionalmente no exige una fortuna para disfrutar de la belleza del Valle de Colchagua; sólo se necesita motivación y una bicicleta. Aquí revisaremos algunas de las rutas que puede hacer sin costo alguno en la ciudad de Santa Cruz, donde se encuentran algunos de los más hermosos viñedos del valle.


 
Santa Cruz
Santa Cruz es una hermosa y pequeña ciudad de la VI Región, donde viven alrededor de 30.000 personas. Es uno de los principales destinos de la región, destacando por su arquitectura colonial y la producción de algunos de los mejores vinos chilenos en los viñedos de los alrededores. En un entorno romántico hay muchos hoteles elegantes para alojarse, y para disfrutarlo sólo hay que coger una bicicleta.
 
También tienes aquí muchas alternativas económicas de alojamiento, como ir al camping Los Corralones, la alternativa más económica de la comuna.

Santa Cruz es una ciudad pequeña y no necesitas un vehículo para moverte dentro de ella. Sin embargo, las rutas propuestas aquí que cruzan la ciudad y te llevan a los viñedos cercanos están aproximadamente a 30 kilómetros y se requiere una bicicleta u otro vehículo para llegar.

 
La ruta No. 1 (cubre una distancia de aproximadamente 30 km y dura 2 horas. Es una hermosa ruta donde el campo chileno se mezcla con los grandes viñedos, grandes casas de estilo colonial se intercalan con pequeños agricultores y granjeros, una mezcla de paisajes y colores muy especiales. La ruta es de baja dificultad, siempre por carretera asfaltada y prácticamente sin desniveles, por lo que se convierte en una ruta agradable que se puede tomar con tranquilidad. Gran parte del camino está bien marcado en Google Maps, por lo que un teléfono móvil es suficiente para orientarse (hay una buena señal en todo el recorrido).
 
El recorrido comienza en la Plaza de Santa Cruz, avanza por la calle 21 de Mayo, luego por la calle Bernardo O'Higgins y continúa por la avenida Rafael Casanova hacia el pueblo de Isla de Yaquil. El camino hacia esta ciudad avanza hacia el norte pasando por numerosos viñedos, pequeñas granjas y casas donde las gallinas, cabras y otros animales disfrutan del aire puro del campo chileno. Es una zona tranquila, y la ruta avanza por un camino con poco tráfico, ideal para disfrutar del paisaje y relajarse. Al llegar a la Isla de Yaquil, se toma el desvío a Peralillo, NO a Rincón de Yaquil. El camino avanza por el campo, empezando a aparecer los primeros viñedos hasta llegar al Viñedo MontGras, uno de los puntos más destacados de la ruta.


 
MontGras es uno de los principales viñedos de la zona. Uno puede entrar (sin costo alguno) para admirar el hermoso edificio de estilo colonial rodeado de interminables viñedos. Además de las visitas a los viñedos y sus bodegas, se pueden hacer catas de vino. Después de visitar MontGras, el camino continúa por la Ruta I-710, cruza la Ruta-90 y continúa por la Ruta I-352, pasando por los viñedos de la Bodega Siegel. Después de cruzar el Estero Chimbarongo, el camino continúa hacia el sur pasando por más viñedos y campos, haciendo una transición a una zona más urbanizada. El camino continúa hacia el sur, llegando al tramo de la Ruta 90 (en amarillo en el mapa). La Ruta 90 es en este tramo una calle estrecha sin berma y con un alto flujo de tráfico, por lo que hay que caminar por la acera con la bicicleta. Hay que tener mucho cuidado con los peatones y las salidas de las casas y parcelas. Tienes que ir despacio por esta sección para evitar accidentes. Este tramo termina en el desvío a Santa Cruz, que hay que tomar y continúa recto hasta la plaza, cerrando el circuito.

 
La Ruta No. 2 Como la Ruta No. 1, cubre una distancia de aproximadamente 30 km (ida y vuelta) y dura 2 horas. Es una ruta espectacular que se adentra en el hermoso Valle de Apalta, ubicado en el centro del Valle de Colchagua. Esta zona tiene las condiciones ideales para la producción de vinos premium, produciendo las variedades Cabernet Sauvignon, Syrah y Carmenere. Aquí encontrará algunos de los más bellos viñedos de la zona, que ofrecen paisajes simplemente espectaculares. La ruta tiene una dificultad baja, sobre camino pavimentado y prácticamente sin pendiente como la ruta anterior.
 


El recorrido comienza en la Plaza Santa Cruz, avanzando por la avenida Federico Errázuriz hasta la intersección de la Ruta 90, donde se debe girar a la derecha. El tramo de la Ruta 90 tiene una amplia berma por la que se puede circular sin problemas. Continúe hasta llegar a la entrada del Valle de Apalta (indicada como C. de Apalta en los carteles), donde tomará la Ruta I-350 que se adentra en el valle. Casi toda la ruta se mueve a lo largo de esta ruta por lo que es muy difícil perderse. El camino avanza junto a interminables viñedos, que en otoño se vuelven de un rojo intenso. El primer viñedo que aparece es Lapostolle, un lugar exclusivo al que sólo se puede entrar con una reserva.



Poco después aparece la entrada a la bodega de Las Ninas, uno de los puntos más destacados de la ruta. Esta última es mucho más accesible que Lapostolle, ya que ofrece degustaciones de vinos, que también incluye el acceso al resto del viñedo y sus senderos para bicicletas y caminatas.



Luego el camino pasa junto al viñedo de la Bodega Montes, uno de los más bellos de todo el valle. Se puede entrar con la bicicleta para observar la hermosa entrada del edificio de visitas y los viñedos que lo rodean. Si tiene un presupuesto, puede hacer catas de vino o tomar alguna de las visitas que ofrece el viñedo. El camino continúa por la Ruta I-350, pasando por el pueblo de San José de Apalta y la Casa Patronal Viña Las Ninas. Al llegar al final de la Ruta I-350 hay que girar a la izquierda, avanzando por un hermoso camino flanqueado por viñedos y casas patronales. El camino termina en la entrada del viñedo de Neyen, desde esta bodega hay que regresar.