¡Así es! Como están leyendo, los World Travel Awards, conocidos como los premios Oscar del turismo, han premiado al desierto de Atacama como el mejor destino romántico de Sudamérica por segundo año consecutivo. ¡Un verdadero oasis de naturaleza y amor en el norte de Chile!

No es para menos, porque San Pedro de Atacama, el principal pueblo del desierto más seco del mundo, es un lugar para escaparse en cualquier época del año, con los cielos más claros y despejados del mundo y un paisaje de colores y relieves únicos en nuestro planeta.

Rodeado de volcanes, entre ellos el volcán más alto de Sudamérica, el mítico Licancabur, géiseres que nos permiten sentir la fuerza de la naturaleza expulsando aguas a altas temperaturas surgidas de las profundidades de la tierra, lagunas de altura rodeadas de flora y fauna autóctonas protegidas y termas completamente naturales. Todo esto y mucho más! Hace que el desierto sea premiado con este importante galardón del voto popular.



San Pedro de Atacama, un lugar perfecto para su luna de miel
Si usted es uno de esos viajeros que busca el lugar perfecto para visitar en pareja, combinando días de descanso, sol y temperaturas agradables en cualquier época del año, cielos completamente limpios para admirar las estrellas, exquisitos restaurantes, aventuras en bicicleta y los más bellos atardeceres del planeta, sin duda San Pedro de Atacama es el mejor destino de Sudamérica para los mieleros.

Hoy en día existe una gran oferta hotelera con la más amplia gama de precios, que en su mayoría ofrecen masajes, comidas y tours, que ayudan al visitante a tener una experiencia bien guiada y contenida en el desierto.

El Desierto de Atacama y sus pueblos aledaños son un destino para olvidarse de la televisión y de todos los acontecimientos terrenales, porque parece un lugar de otro planeta. Camine por el famoso Valle de la Luna y el Valle de la Muerte, y siéntase junto a su alma gemela como si estuviera caminando por la luna o el planeta Marte, lleno de misterio, silencio, relieves y colores que proporcionan los más románticos atardeceres jamás vistos en otro lugar del planeta.



Y si son una pareja a la que le gusta la adrenalina y un poco de acción, en el Valle de la Muerte puedes hacer sandboarding en una duna gigante o, casi completo, en bicicleta o a caballo.

Después del atardecer, tras una rica ducha, salir a disfrutar de las ofertas gastronómicas que tiene el pueblo de San Pedro es un regalo para el paladar. En los principales restaurantes de la calle Caracoles, la cena puede ser un momento para conocer la música típica de la zona interpretada en vivo por los lugareños, iluminada por la luz del fuego, deleitándose con exquisitos platos que nunca imaginó encontrar en el desierto más árido del mundo.

Y si aún tienes energía e interés, nada más romántico e interesante que terminar el día contemplando el cielo infinito que nos presenta este oasis, haciéndonos recordar lo pequeños que somos.

Disfruta de las aguas de este oasis
Parece increíble, pero este desierto nombrado el más seco del mundo debido a las casi nulas precipitaciones que presenta, tiene una enorme cantidad de ofertas de diferentes modalidades de experiencias vinculadas al agua, que te conectan con tu alma gemela y han hecho que el Desierto de Atacama sea el Mejor Destino Romántico de Sudamérica.

Partimos para una de las experiencias más ricas e inolvidables, las Termas de Puritama. Ubicadas a 35 km de San Pedro de Atacama y a 3.475 metros sobre el nivel del mar, insertas en una gran quebrada de piedra, se encuentran estas termas que en lengua indígena significa "aguas calientes".

Si vas con una agencia de turismo, suelen ir a las termas para regresar a los Géiseres del Tatio, pero si vas directamente a las termas puedes llegar en vehículo privado o tomar un tour desde el centro de San Pedro de Atacama.

Otra experiencia inolvidable para vivir en pareja es la Laguna Cejar y Tebinquinche. Dentro del enorme Salar de Atacama, estas aguas altamente saladas se encuentran en medio de un hermoso paisaje de colores turquesas, volcanes y la grandeza de este depósito de sal que esconde un enorme lago bajo su superficie.

Después de flotar en estas aguas turquesas, se continúa el viaje por los Ojos del Salar, dos pozos de agua dulce en medio del desierto más seco del mundo y, finalmente, en la laguna de Tebinquinche, donde se puede disfrutar de un delicioso aperitivo contemplando el reflejo de los Andes en sus aguas, junto con la blancura de la sal. El atardecer, con colores ocres y tonos fuertes, ofrece un verdadero espectáculo ante nuestros ojos.

Y finalmente, el viaje hacia los lagos Miscanti y Miñiques, también llamados altiplánicos por su ubicación a 4.500 metros sobre el nivel del mar, son una verdadera experiencia mística dada la explosión de emociones al ver un paisaje tan impresionante como este destino.



El amor entre el volcán Licancabur y Quimal
Cómo cuestionar que el desierto de Atacama haya sido premiado como el lugar más romántico de Sudamérica, cuando incluso es muy conocida la leyenda entre el amor eterno que tiene el volcán más alto de América Latina, el Licancabur y su amado Quimal.

Los lugareños del norte de Chile dicen que el joven Licancabur no podía huir de su destino que lo llevaría a ser la montaña más importante para los habitantes del desierto. Pero eso no le interesaba, ya que Quimal siempre estuvo en su mente, la joven de una belleza única e imaginable. Pasaban cada tarde sentados al borde del salar viendo morir el sol detrás de esa solitaria cordillera sin montañas, que más tarde se llamaría Domeyco. Ambos se enamoraron apasionadamente y prometieron no separarse nunca.

Cada año, en los meses de febrero y agosto, la promesa de amor eterno florece con la sombra del Licancabur que acaricia al solitario Quimal en la distancia y aviva sus sentimientos. Y al otro lado está Lascar, el volcán celoso y gruñón que escupe humo y fuego para siempre, asustando a los lugareños porque su amor por Quimal nunca se correspondía.

Ya sabes, San Pedro de Atacama invita desde sus leyendas de los orígenes de los volcanes a sus más bellos paisajes naturales acompañados de la arquitectura de los hoteles, a un encuentro de lo más romántico que se pueda ver en Sudamérica, por lo que hoy en día el World Travel Award otorga este reconocimiento mundial.